3.5.24

Reseñas extremas mínimas (XXX)

· Sleep - Sleep (también Volume 1, 1991). Hace muchos años, cuando tenía la web Cisne Negro en Dreamers, reseñé el álbum Jerusalem de Sleep: un muro de sonido en una sola canción (en posteriores ediciones, se separó en varios cortes), una locura stoner de un grupo cuya leyenda dice que todo el anticipo que recibieron para el álbum se lo fundieron en hierba, tras lo que se encerraron en el estudio para crear dicho álbum. Y no lo recuerdo mucho, aunque todo disco de una sola pista de 50m., así a priori, ahora mismo me produce mucha pereza. Estos días estoy profundizando más en la discografía de esta banda, y hoy me detengo en su Volume One. De Al Cisneros soy más fan en Om que en Sleep. Este álbum debut llama la atención porque, a pesar de que ya se entreve la vena de stoner ultrapesado que desarrollará el grupo, en este largo suenan más sludge, más oscuros, más desesperados, con una especie de doom doliente, y, en general un tono más agresivo que sorprende pensando en lo que uno espera de la banda. Por lo demás, un trabajo interesante.

 · Katatonia - Discouraged Ones (1998). A buenas horas reseño este álbum, porque desde que lo descubrí en el hueco que incomprensiblemente tenía en la discografía de Katatonia, lo he machacado incesantemente. Y a pesar de que tiene luces y sombras, su principal fortaleza se encuentra en que se está plagado de buenas ideas que luego se desarrollan bien, mal o regular. Es 1998, Katatonia acababa de publicar la que será por mucho tiempo una de sus obras maestras (Brave Murder Day), con Mikael Akerfeldt como principal vocalista. Jonas Renske está buscando su voz, literalmente. Tras destrozársela en los primeros trabajos haciendo guturales, y mostrar su potencial tímidamente en el anterior, aquí cambia totalmente de registro y el grupo apuesta por las voces limpias. La combinación con las guitarras pesadas y monótonas de la era BMD se revelan como un acierto. El álbum se abre con I Break, una gran declaración de intenciones. Cada una de las siguientes pistas va a tener muy buenos hallazgos, tanto en inicios arrebatadoramente headbangers (Relention, Cold Ways), líneas vocales, como en riffs (Nerve) o soberbios ritmos de batería (Deadhouse), o en pequeños detalles (Quiet World, 2'14''). Este disco es maravilloso. A veces pienso que es, conceptualmente, una especie de versión metal de la tristeza de Disintegration de The Cure, grupo que Renske adora, y se nota en muchas ocasiones. Hasta tiene la valentía de marcarse una canción de pop-rock gótico ochentero (al estilo This is Seagull de The Snake Corps) en Scarlet Heavens. Con Discouraged Ones, Katatonia abría una nueva etapa de su discografía, muy diferente pero igual de intensa y atractiva. Un muy buen disco a reivindicar.

· Host - IX (2023). En la domus Cisne Negro somos fans del Host de Paradise Lost, le pese a quien le pese. Ampliación que puede soliviantar aún más si reconozco que, a pesar de ello, no somos muy de Depeche Mode. Bien, al parecer Nick Holmes y Greg Mackintosh no tuvieron bastante con aquel experimento que ahora está cumpliendo 25 años y que puso a los fans de Paradise Lost en guerra civil. Así que han resucitado aquel sonido synthpop-darkwave del Host en un sideproject homónimo, para poder así marcar distancia con unos Paradise Lost que, desde hace unos ("unos" quizá son ocho o nueve) años ha vuelto a la senda doom de sus inicios. ¿Y qué tenemos en IX? Pues una muy digna continuación de aquel trabajo electrónico. ¿Podríamos decir que entronca directamente? Sí y no, puesto que, al mismo tiempo que sigue el mismo patrón, se notan los 25 años en los que Holmes y Mackintosh han ido evolucionando como músicos, y como han ido del doom al metal gótico en la década de los 2000 y una vez más vuelta al doom en Paradise Lost. Aquí hay teclados y baterías programadas superochenteras (Tomorrow's Sky), pero también hay más guitarreo y batería real que en Host. Sin todo lo que ha sido Paradise Lost estos años, este IX no sería posible, por eso es interesante su escucha. Por cierto, atención a la Ultimate Edition, que contiene remixes muy meritorios, como el de My Only Escape de Rhys Fulber, muy maquinero e industrial; o el de Hiding from Tomorrow, que Lustmord lleva al terreno dark ambient).

5.4.24

Sólo unas líneas para usar el blog como diario personal, como otras veces, y dejar algunas impresiones actuales. Estamos a principios de abril y termino las vacaciones de Semana Santa. Lo hago habiendo avanzado en algunas de las cosas que, normalmente, la semana laboral me impide proseguir. En esta semana y media he podido sentarme y, aún con la amenaza del "estás todo el día delante del ordenador" como una espada de Damocles encima de mí, he publicado diez entradas en Papel en Blanco, dejada una programada, he hecho difusión de los últimos quince días de publicación; he enviado dos páginas a Ultima Hora, esperando con ello retomar la periodicidad quincenal en el suplemento dominical; con ello, he recuperado también la publicación en Iconotropía como contenedor de mi trabajo divulgativo; he publicado en El Desafío de las Águilas; he limpiado los correos e intentado recuperar contactos; le he vuelto a dar un espaldarazo al proyecto de cómic; he avanzado un poco en el diseño de Que Pac Qui Deu; he hecho la declaración de la renta; he podido leer varias lecturas pendientes y entre eso y poder escribir, he aliviado algo la carga de la pila absurda de libros por leer que tengo. He cerrado un marzo de partidas bastante bueno, sobre todo en lo que respecta a wargames; he cumplido alguno de mis objetivos lúdicos para este año. He arreglado la ludoteca y la discoteca, y he purgado una caja de cartón grande de material que ya no quiero. He sacado los perros cada mañana a dar la "vuelta larga" para intentar, al menos, hacer algo de ejercicio. No he comprado, además, ningún juego en marzo, y se supone que este mes llegarán algunos. Me siento bien por el trabajo que he avanzado, y además me he sentido bien haciéndolo. Ojalá tuviéramos vidas en las que nos pudiéramos dedicar a aquello que nos gusta, nos llena y le da sentido a todo.

1.3.24

Reseñas extremas mínimas (XXIX)

· Suldusk - Anthesis (2024). Suldusk es un proyecto australiano que transita los caminos del folk con el black metal atmosférico. Es éste un estilo que parece que está teniendo cierta proyección. Pensad en Myrkur, en Helga... y tenéis un poco localizado el estilo de Suldusk. En Anthesis, el álbum que hoy mismo se ha editado, nos encontramos un álbum muy recogido e íntimo, a pesar de que su inicio pueda confundir. El trabajo empieza con la típica canción acústica introductoria, para lanzarte al abismo de Verdalet, un trallazo que casi llega al metalcore y combina de nuevo partes acústicas con las más duras que encontrará el oyente en el álbum. Esta poderosa y rabiosa pista, que por momentos recuerda a partes iguales a The Ocean o a los shrekings de Myrkur, será la única nota dura del álbum. A partir de ahí, el disco fluye como una tranquila travesía por el río Anduin. Instrumentación preciosa, voz prístina, guitarras cristalinas que a veces recuerdan a los Opeth de Damnation, trémolos que tan bien le funcionan a grupos muy ambientales como Arctic Plateau (imprescindible su The Enemy Inside) o And Also The Trees... Grandioso disco si este estilo te gusta. Dosis de guturales muy controladas para una experiencia que trasciende los sentidos. Mejores pistas: Sphaera y Mythical Creatures.

 

· Nemedian Chronicles - The Savage Sword (2024). Tengo que reconocerlo: fui muy fan del power/symphonic metal allá a principios de los 90, pero el género conoció tal expansión que a finales de esa misma época había conseguido que lo aborreciera, salvo en contadas excepciones, que son los dos primeros álbumes de Rhapsody o la época de Blind Guardian entre 1992 y 1998. Rhapsody se había creado su propio universo de fantasía heroica para explorar en sus álbums, mientras que Blind Guardian había recurrido a recoger temas de la literatura fantástica canónica con gran virtuosismo, como la obra maestra que es Nightfall in Middle-Earth. Más de un cuarto de siglo después, estos franceses llamados Nemedian Chronicles debutan con este largo (a pesar de haberse formado en 2017) cuyo título no da lugar a engaño: The Savage Sword es un homenaje a la literatura de Robert E. Howard y a Conan en particular, con una intro en la que se recita el famoso pasaje -extendido- que todos recordamos en la voz de James Earl Jones. Al álbum le cuesta arrancar: tras la intro, Born on a Battlefield, un medio tiempo que parece estar dando vueltas retrasando el siguiente tema lleva, le medimos el pulso al álbum con Venarium. Y aquí es donde vemos qué vamos a encontrar en él. Nemedian Chronicles es un homenaje, copia, rip off, trasunto... lo que queráis llamar, de Blind Guardian a principios de los 90. Incluso el cantante, Alexander, imita a Hansi Kürsch de forma obvia, diría que incluso con el leve acento alemán que se entrevé en el inglés que canta. ¿Tienes morriña de aquellos discos de speed/symphonic de los bardos alemanes? Este disco va a gustarte, porque no está nada mal: la producción es buena, y todo, la estructura, los coros, las guitarras, todo te recordará a Blind Guardian. Pero sin la chispa de la magia de Blind Guardian. La nostalgia es más peligrosa que el Anillo Único. Mejores pistas: The Thing in the Crypt

 

· Emptiness - Not For Music (2017). En la web RYM siempre encuentro cosas interesantes, y en esta ocasión encontré esta lista que me llamó la atención: Metal bands that changed their style y me dispuse a explorar algunas de las bandas que no conocía. Y me topé con esta banda, que según el autor de la lista, había pasado de tocar death metal a post-punk/coldwave y me pareció una deriva curiosa. Con esta enigmática portada, aquí encontramos un álbum extrañísimo, pero sí, efectivamente, lo que suena es algo parecido a post-punk, con una voz que no es extrema, pero tampoco es limpia. Es como si Portal o Mitochondrion se hubieran despojado del pesado armazón disonante que llevan y se hubieran puesto a hacer algo parecido a rock gótico ambiental. Yo no podría definirlo mejor, pero en RYM sí saben: "Its sinister sound, mournful and grave by turns, carries through to the songwriting, which utilizes hollow, oppressive melodies throughout to a mid-section once again coated in sweeping synth textures". No es un álbum fácil ni para todos los públicos, pero sí algo que reta a ser clasificado rápidamente, y una de esas razones por las que, aunque mi cerebro se vaya fosilizando musicalmente y cada vez acepte menos novedades sin correr a su zona de cónfort, sigo buscando nuevas musicalidades, fusiones imposibles y bandas que buscan nuevos límites en su sonido. Ésta es claramente una de ellas. Mejores pistas: It Might Be, Your Skin Won't Hide You.

15.1.24

The Black Metal Feeling

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Rescato este pensamiento del twittero Erik Quill porque me parece muy interesante y con una verdad íntima muy destacable, sobre todo la primera parte, por cuanto yo también pienso que el black metal es "algo más" que música. Y creo que es la razón por la que se dice que no es un subgénero del metal sino un género aparte, o que es la última vanguardia artística. Me gustaría desarrollar más esta idea algún día.

2.1.24

Cerrando 2023: cómics

Mi desafección por el cómic ha seguido durante este 2023. En primer lugar, porque he leído muchísimo menos: siempre he leído por encima de los 100 títulos por año, y éste sólo he llegado a 87. En segundo, y relacionado con lo anterior, ha habido mucho menos cómic que me llamara la atención, que pudiera reservar para la categoría de imprescindibles del año. No. En mis notas tengo marcados 7 cómics como muy buenos, y uno no es de 2023, por lo que no aparece en mi selección. Sin duda los que más destaco son los que he incluido en el post grupal que hemos publicado en Papel en Blanco y al que os remito para ver la selección. 

Y es que este año no he podido ni hacer las relecturas que me planteé en 2022, ni terminar grandes obras que tenía incompletas. El año anterior sí que tuvo una buena marca, aunque ya inferior a las cifras prepandemia (y pre-segunda hija, todo hay que decir).

No me atrevo a hacer vaticinios ni deseos para 2024 porque no tengo ni idea de por dónde irán los tiros. Me gustaría poder llegar a 100 títulos de nuevo, y en los primeros días de enero he empezado bien, con un título diario... Pero el problema de eso es que hay que reseñar o escribir enseguida sobre aquello que he leído, porque si se acumulan las lecturas hechas sin escribir, cada vez es más difícil hacerlo... Y eso es un problema.

Que 2024 traiga, de todas maneras, grandes lecturas que nos hagan vibrar como antaño.

1.1.24

Cerrando 2023: los libros

 


Este 2023 he leído 54 libros, diez más que en 2022 y que se queda muy cerca de la cifra de 2020, que fueron 53. Naturalmente, si alguien se maravilla por esta cifra, en la que no están incluidos los cómics, debo decir, para que quede constancia, que 15 de ellos eran de LIJ, y por tanto bastante breves, otros 8 de poesía y 4 bolsilibros. 

Uno de los factores que contribuyó a que mi cifra se incrementara este año fue que descubrí que podía leer en el bus (en el que he ido al trabajo todo el año) sin marearme; de esta manera, pude completar hasta 10 del total en mis viajes (aproximadamente una hora y media cada día). He leído un poco de todo y he seguido escorándome hacia el ensayo histórico. Tenéis mis impresiones en las entradas de diario de lectura en este blog, y el balance de mejores lecturas, en este artículo de Papel en Blanco.

31.12.23

Cerrando 2023: Rol

Lo del rol este año ha sido tristísimo. Siete partidas, ocho sesiones, dos de las cuales fueron finalizar partidas empezadas en 2022. Este año sólo he podido empezar y acabar una partida. Para 2024 mi deseo sería poder jugar más. Ya es darse con un canto en los dientes volver a hacerlo, pero mi esperanza es poder jugar un poco más.

1. La habitación sin sellar, de La llamada de Cthulhu [finalizando partida del 2022]. Tercera vez que la dirijo y segunda vez que la consigo acabar.

2. Frenar la negrura, módulo de La llamada de Cthulhu incluido en Umbrales a la oscuridad [finalizando partida del 2022], con mi sobrina y amiguis.

3. La fortaleza sin sol, un clásico de D&D para mi sobrina y amiguis [inacabada].

4. Una conspiració sense fissures, para L'Anell Únic, como actividad de refuerzo de catalán [inacabada].

5. Volrac el nigromante, partida de cosecha propia para Tiny Dungeon, para mi hija mayor y amigas, en verano [inacabada].

6. El huésped cadáver, un teórico one-shot de La llamada de Cthulhu incluido en Portales al terror, que aderecé usando el clásico Las tierras del sueño [inacabada por 10m].

7. Cold Harvest, un módulo de Chaosium para La llamada de Cthulhu que lleva a los personajes a un sovkhoz soviético, única partida que conseguí finalizar en condiciones y de la que todo el mundo quedó muy satisfecho.

Como se ve, ha ganado de calle La llamada de Cthulhu, mi juego preferido y que sigue estando en buena forma, además de poder ofrecer partidas muy diferentes. Destaco también la prueba con el sistema de EAU, que me gustó mucho y espero poder repetir.

30.12.23

Cerrando 2023: los juegos de mesa

Este año han sido 557 partidas a juegos de mesa. No mejor que 2022 (668), pero sí mejor que el año anterior (511), en buena parte gracias al Aula de Juegos de nuevo, con un grupo formidable que se despidió en junio (4º de ESO), pero uno muy pujante que actualmente está en 2º y que tiene aún mucho por delante. Además, la mayor parte de ellos son chicos y muy competitivos, con lo que puedo ir metiendo poco a poco la fiebre wargamera en ellos. De momento, los hitos más importantes con ellos han sido jugar a Combat Commander, Diplomacy, Quartermaster General, y he llegado incluso a sacarles Battletech con buena acogida. Con la hora y media que tenemos para jugar tres veces a la semana, tenemos aún muchas horas por delante de ir probando.





 

Si bien este año he jugado menos partidas, lo que sí es seguro es que he podido sacar más wargames, aunque fueran la gran mayoría en solitario: 26 nada menos cuento. Está muy bien, y la verdad me doy por satisfecho si en 2024 mis números quedan más o menos como los de este año.

El juego que me ha enamorado este año ha sido Combat Commander. Cuando lo conocí por el vídeo de Juan Luis Julius Fairfax no me convenció mucho, además de que yo "no era muy de tácticos", pero es que CC es realmente divertido, variado y emocionante, aunque sea en solitario. Creo que es más o menos la escala de dificultad en la que me siento más cómodo (un paso por encima está Band of Brothers, que tiene muchos elementos de ASL, pero es un poco más fácil; no obstante, sigue resistiéndoseme). Evidentemente cuando salió el Pacific este año me tiré de cabeza.

Once upon a road in Normandy

Otro que me ha gustado mucho ha sido Storm Over Jerusalem, nueva entrega de la serie Storm Over y en el que revivimos el asedio romano de Jerusalén. Muy dinámico e interesante, aunque indecentemente caro por lo que trae. Por cierto, lo reseñé aquí.

Los fiascos del año: la verdad es que sólo puedo decir que Stalingrad: Advance on the Volga me pareció una chufa de solitario. Quizá el Land and Freedom me decepcionó un poco, pero también hay que decir que sólo lo he jugado solo + bots.  

Objetivos lúdicos de 2023

Estoy muy contento de haber alcanzado la mayor parte de mis objetivos del año que se acaba. Tenía muchos pero la verdad es que las circunstacias se dieron y no puedo quejarme en absoluto.

1. Jugar a Combat Commander. ✅

2. Jugar a A Touch of Evil con la expansión The Coast. ✅

3. Jugar mi primer napoleónico: Napoleon Last Battles. ✅

4. Jugar D-Day at Omaha Beach en junio. ✅

5. Jugar más a Dungeon Degenerates. ✅

6. Volver a sacar Nemesis. ✅

7. Llevar el Combat Commander al cole. ✅

8. Llevar el Battletech al cole. ✅

9. Estudiar y jugar Band of Brothers. ✅

10. Volver a jugar a Fief en el cole. ❌

11. Sacar Frontier Wars y Band of Brothers en el cole. ❌


Objetivos lúdicos de 2024

Cuando empecé a redactar la desiderata para 2024 no se me ocurría nada que estuviera a la altura del año anterior, pero finalmente, en las últimas semanas de diciembre fui viendo las cosas que más me apetece experimentar en el nuevo año. Son muchos objetivos (el doble de los cumplidos), pero espero que me sirvan de guía. 

1. Jugar a Combat Commander: Pacífico

2. Jugar en casa a Obsesión

3. Jugar a La Guerra del Anillo

4. Jugar a Star Wars: Rebellion

5. Llevar al cole Combat Commander: Pacífico

6. Probar Flying Colors / Under the Southern Cross

7. Jugar a rol con el grupito del Aula de Juegos ✅

8. Volver a jugar a rol con adultos

9. Probar en el Aula de Juegos Fief, Root... Hacer una liga de Battletech

10. Terminar de diseñar Latifundium 

11. Sacar en junio The Dark Summer

12. Intentar hacer una jornada en Can Sales en el 80 aniversario del Día D.

13. Probar Pacific Subs

14. Probar Nemesis Lockdown

15. Probar, llevar al cole The Battle of Armageddon

16. Llevar al cole Band of Brothers ✅

17. Probar nuevo material de Dungeon Degenerates cuando llegue.

18. Terminar de diseñar Que pac qui deu.

29.12.23

Cerrando 2023: la música

Si tuviera que definir este 2023 musicalmente sería como continuista, es decir, he seguido la tendencia que se advierte en los últimos años y que consiste básicamente en que ya no hago escuchas masivas de novedades ni puedo presentar muchos álbumes de grupos desconocidos, ni hay grandes revelaciones o descubrimientos. Echando un ojo a los 25 discos más escuchados del año, vemos que tan sólo hay dos de 2023, y uno es un recopilatorio. 


Es más, hay varios que se repiten si miramos la lista de 2022. En cabeza, el sublime trabajo de Glenn Gould en sus variaciones Goldberg de madurez. Por detrás, muchos discos clásicos y muy eclécticos. Hay un poco de todo: hay bandas sonoras (escuchadas por cierto como música de fondo mientras jugaba juegos de mesa), hay jazz, hay progressive death, hay música clásica, están los titos Nick Cave y Tom Waits, y hay un repunte importante de los Beatles por, sí, ya sabéis, Now and Then. La única novedad, decía es el disco de Sofía, Canciones para saltarse por encima, porque es una persona que queda cerca (trabajo con su madre) y me ha encantado su synthpop mínimo y retro.

Y como decía el año pasado, no hay más: si en algún momento escucho algo, lo tenéis en mis Reseñas Mínimas que he reseñado bajo este tag. No creo tampoco que el 2024 corrija esta tendencia, así que sólo me queda anclarme en mis viejos vicios.

28.12.23

Cerrando 2023: los posts

Otra de las cosas en las que la vida ha luchado contra mí para que no siguiera haciendo ha sido en mi labor redactoril. Veamos los fríos números:

Resumen
Papel en Blanco: 44 (cuenta común), 21 (usuario propio) = 65, peor marca que 2022 (94), que 2021 (73 posts), y lejísimos de los 127 de 2020.

Iconotropía: 1  [frente a 21]. Iconotropía en los últimos años se había convertido en un puro contenedor recordatorio de todo mi trabajo como divulgador de cómic, pero este año, si sumamos que la página del periódico ha perdido periodicidad (también por culpa mía, por falta de tiempo), y que en Papel en Blanco y BaM he estado ausente, el resultado es que no he actualizado el blog en absoluto.


Cisne Negro: 24 [frente a 11]. Sorprendentemente he escrito más aquí, porque en el fondo Cisne Negro es ese cajón de sastre que, como antiguamente Twitter, me deja hablar de lo que me dé la gana sin tener que pensar mucho en una audiencia (que es nula). Bien por Cisne Negro, por tanto, 22 años después de su nacimiento. 

Immaculúdica: 2 [frente a 7]. A pesar de que sigo jugando en el Aula de Juegos y que seguimos grabando podcasts, este año no le he podido dedicar el tiempo requerido a mi blog lúdico-educativo.

Bebé a Mordor: 4 [frente a 6]. Ya me pasó el año pasado, y sigo sin poder aportar mucho a esta extraordinaria página, que tiene a colaboradoras mucho mejor preparadas que yo para este trabajo.

El Desafío de las Águilas: 18 [frente a 13]. Buen impulso a mi último proyecto, que demuestra dónde están mis intereses actualmente.

Total: la cifra es 114. En 2022 fue de 152; en 2021 fue de 139; mientras que en 2020 fueron 209 y, o tempora o mores, 393 entradas en 2018. Vamos, el peor año con diferencia. Pero así es la vida. De 2024 sólo puedo esperar que tenga el tiempo para ir, más o menos, dando rienda suelta a lo que para mí es una necesidad, y seguir escribiendo en los frentes que aún tenga ánimos de mantener.
 
 

 

27.12.23

Cerrando 2023: resumen

Como cada año, hago un poco de balance de lo que ha sido este año y cómo se ha portado 2023 en lo personal.

Este año se ha movido entre varias aguas con respecto a mis números. He leído muchos menos cómics, pero más libros. La tendencia de los últimos continúa en una pescadilla que se muerde la cola: tengo menos tiempo y por tanto leo y escribo menos sobre cómics; al no hacerlo, (supongo que) las editoriales han ido perdiendo el contacto conmigo, o yo con ellas, de manera que leo y escribo aún menos... Y así estamos. Pero ¿sabéis qué? No me importa. El cómic cada vez me interesa menos. Ni he podido seguir escribiendo cómics -los dibujantes siguen dándome esquinazo y yo ya no estoy para perseguirlos/las: ¿quieres hacer un cómic? Si quieres, vamos allá. ¿No quieres? Pues no pasa nada. No vamos a ganar el Premio Nacional, después de todo-, ni lo que leo me entusiasma. Voy viendo las novedades y tampoco me llaman la atención muchos de los títulos. Tengo una particular desconexión con el género de superhéroes, sobreeditado por ECC y Panini: el 95% del material nuevo no me interesa, y luego están las constantes reediciones de material clásico, que o ya he leído o ya tengo, o tampoco es para tanto.

He jugado menos partidas de juegos de mesa, pero a más wargames. Tiene sentido, porque las partidas a wargames siempre implican muchas horas, pero estoy contento con el resultado.

He visto más películas, pero menos temporadas de series. El año pasado nos concentramos bastante en series, pero el factor principal de este cambio es que hemos dejado de ver muchísimo la tele en casa. Hay días enteros en que no la encendemos. Y con los recortes de gastos, dejamos la única plataforma que pagábamos (Netflix), aunque a finales de año nos metimos en Filmin, que me gusta mucho más por su fondo clásico y antiguo.

He jugado poquísimo a rol, y aún menos con adultos, y menos aún presencialmente. Esto sí que lo echo mucho mucho de menos.

En música, he superado las dos-tres peores marcas anuales, y por poquito no la cuarta. Pero como veremos, de novedades, pocas.

En cuanto a escribir, el nivel de posts también ha bajado mucho, y es que sencillamente no encuentro el tiempo. Estoy muy contento de que Papel en Blanco, como en 2022, ha encontrado por fin su camino con un equipo de redacción de lujo compuesto por Sarah Manzano, Eduardo Irujo, Nacho Pillonetto, Aitor Poza, Enric Pujadas, Lucía Baudet, Gudrun Palomino, Dalia Alonso y Marcela Fernández. Ellos han tirado de la web cuando yo no he podido. Estoy muy contento de tenerlos en el barco. Ya puedo decir con orgullo y alegría que Papel en Blanco no sólo soy yo, sino que es también esta maravillosa familia.

Mi trabajo en El Desafío de las Águilas sigue en marcha, porque es lo que, como ya he dicho otros años, es lo que más me motiva actualmente. Desgraciadamente no tengo el don de la ubicuidad y donde no he estado a la altura es en Bebé a Mordor, pero por suerte, en su staff hay gente mucho más motivada y preparada que yo para hablar de libros y cómics LIJ.

De los proyectos que auguraba para 2023 ninguno se ha cumplido, y es que no hay como tan siquiera hacer una velada mención ilusionante como para que no llegue nada a termino. Por lo que para 2024 no tengo ninguna esperanza concreta, al menos que quiera compartir aquí.

¿Qué esperar de 2024? No tengo la más remota idea, hoy la redacción de este balance me pilla un poco apático. Simplemente lo viviremos y veremos qué trae. Feliz Año Nuevo.

8.12.23

La salvación por la poesía

Esos poemas grabados en mi memoria, ¿están ahí, son memorables porque son intrínsecamente buenos? ¿O porque sus palabras se han simplemente grabado a fuego en nuestro interior, y como una letanía u oración, sabemos que tienen que ser así y no de otra forma, que no podrían ser de otra manera? ¿Simplemente nos hemos acostumbrado a esas palabras, su pronunciación es un ritual, una manera de sentirnos cómodos en una parcela de palabras que ya conocemos? Volver a esos poemas tan queridos es de alguna manera como sentirse en casa. A mí me gustaría poder transmitir ese escalofrío que me producen esas palabras encadenadas, que juntas producen un embrujo (¿no son acaso las fórmulas mágicas lo mismo?). Esos poemas como “Tú no puedes volver atrás porque la vida ya te empuja como un aullido interminable” o “Yo sé un himno gigante y extraño” o “Qué joven eres, Dios mío, qué joven eres”, o “En un viejo país ineficiente, algo así como España entre dos guerras”, o “Me gustas cuando dices tonterías” o “Recuerde el alma dormida”, o “En tanto que de rosa y de azucena”, o “¡Ah de la vida!”… ¿Nadie me responde?” o “Dichoso el árbol que es apenas sensitivo”, o “Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo, no sé!”, o “Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte”... Algunos ejemplos que me vienen a la cabeza. Sí, son fórmulas mágicas, antiguas combinaciones de palabras que se han vuelto sagradas. No sobra ni falta nada. Me gustaría poder transmitir lo maravilloso de ese trabajo de orfebrería, cómo sus autores fueron capaces de cifrar en palabras pensamientos y sensaciones tan potentes que consiguieron albergar vida en su interior. Estos poemas están vivos, son ya una entidad independiente de sus creadores, son ideas que flotan en el éter y que han conseguido incorporarse de alguna forma. Alcanzar esto es conseguir el mayor éxito como ser humano. Debe de ser una fantasía platónica, pero lo pienso de forma irrenunciable. Ni ahora ni antes este prodigio impresionó a mis alumnos. No al menos a la mayoría. ¿Por qué entonces sigo intentándolo cada año? Transmitir esa conexión profunda, ese "escalofrío", es un desafío, especialmente en la enseñanza, donde cada estudiante reacciona a la literatura de manera única. Continuar intentándolo año tras año refleja la esperanza y la creencia en el poder transformador de la literatura, en la posibilidad de que, aunque sea para unos pocos, esos poemas puedan convertirse en algo más que palabras, en entidades vivas que enriquezcan y transformen vidas, tal como lo han hecho con la mía.

6.12.23

Reseñas extremas mínimas (XXVIII)

· Helga - Wrapped in Mist (2023). Siempre digo lo mismo, pero es cierto: es díficil que me entre un álbum a la primera audición. Sin embargo, éste lo ha conseguido. ¿Shoegaze con resonancias folk nórdicas, que bebe de los trabajos de Myrkur, con bellos paisajes musicales y arrebatos black? Suena bien, ¿no? Hay que, por lo menos, probarlo. En Wrapped in Mist encontramos un disco que representa el debut de este quinteto sueco encabezado por Helga Gabriel, que RYM extrañamente cataloga como post-metal, que dibuja unas melodías que entran muy bien, y saben jugar con momentos puntuales de salvajismo black. Como siempre, me remito a mi web de referencia, Angry Metal Guay, donde, en su reseña, dice: "folk atmospheres, post-rock, and fleeting black metal into a potent and unique brand. (...) The contents of Wrapped in Mist tend to fall into two camps: one more experimental black/folk, the other more straightforward shoegaze/pop. This proves to be something of a double-edged sword for Helga, but when it works the band balance a bevy of timbres and textures with grace befitting a much more mature outfit". 

· Alcest - Spiritual Instinct (2019)
. Mi relación con Alcest empezó en 2008 y desde entonces he hablado bastantes veces del grupo de Neige en este blog. La idea de mezclar el shoegaze con el black metal me pareció entonces fascinante. Si bien su primer álbum Souvenirs d'un Autre Monde (2007) aún ensayaba la formula, los siguientes Ecailles de Lune (2010) certificaron la calidad de la feliz idea. Sin embargo, todo lo que me entusiasmó el grupo me abandonó con Shelter (2014). Muy desengañado, sé que me gustó el siguiente Kodama (2016), pero el foco de mi atención simplemente se fue a otros lados. No estaba ni al tanto del último trabajo, Spiritual Instinct (2019), que quizá hubiera oído superficialmente. Gracias a algunos tuiteros, recupero cuatro años más tarde este trabajo y me parece una delicia, a la altura de sus mejores obras. Nada nuevo aquí: todo lo que Niege había estado ensayando en sus otros trabajos vuelve a aparecer en este álbum. Él dice que es su disco más oscuro, y puedo entender porque lo dice: quizá es en el que más predomina los ásperos aullidos herederos del black francés de Les Légions Noires. Con todo, sigue teniendo esa luz de la infancia que destilan las composiciones de la banda. Me ha gustado mucho retrobarme con el grupo y disfrutarlo como hace doce o trece años. 

· Jazz Sabbath - Jazz Sabbath (2020). ¿Os gusta el jazz, especialmente el bebop y el postbop? ¿Y os gusta Black Sabbath? Entonces es muy posible que os guste esta banda: Jazz Sabbath, que en su disco debut homónimo versiona canciones de la clásica pentalogía del grupo de Ozzy. Y es que el material de inicio con el que trabaja la banda ya tenía en sí mismo un regusto a blues e incluso jazz. En RYM dicen de él que es "it's mostly piano trio stuff, with a little bit of guitar thrown in here and there". No esperéis versiones calcadas, con la misma estructura, etc: esto es jazz, y la interpretación libre, sobre un tema principal, es lo que brilla aquí. A veces se hace difícil identificar la canción más que en alguna sección; en otras ocasiones, es más fácil. Pero es igualmente disfrutable por el mood que transmite el jazz. Y si no habéis tenido bastante, este año han sacado una nueva entrega de versiones. 

12.11.23

Cómo volver a bloquear anuncios en Youtube en Firefox (noviembre 2023)

Si, como yo, eres de los que usan bloqueadores de publicidad para hacer de la navegación algo que no sea demencial, quizá te habrás encontrado que Youtube te da un ultimátum:

YOUTUBE] se está poniendo pesado con el tema de los anuncios en sus videos  - Forocoches

Y que tras esos tres vídeos cumple su amenaza y te bloquea. 

IMAGE: YouTube

Pues bien, aquí una idea de Enrique Dans (¡gracia!): si quieres seguir usando Firefox sin anuncios en Youtube puedes optar por este bloqueador, que lo que hace según he leído es cargar la publi, pero no reproducirla. Eso sí: como es un bloqueador específico para la página, dile a tu bloqueador "normal" que permites la publicidad en esa web. ¡De nada!

[A veces me pasa que tengo una duda técnica, y, como todos, busco en Google la solución. Y me pasa también que, meses después, vuelvo a tenerla, vuelvo a buscar pero no recuerdo cómo la encontré la primera vez. Para solucionar esto, me hago un autopost de recuerdo y espero que os pueda servir también a vosotros.]
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